Por Alfredo G. Pierrat

Managua, 6 abr (PL) Washington parece insatisfecho por las discrepancias entre los opositores al gobierno sandinista en y enviará a uno de sus pesos pesados para tratar de forzar una unidad capaz de recuperar el poder en las elecciones del próximo año.

Esta es la principal lectura que se deriva del anuncio de la llegada a esta capital, en los próximos días, del ex embajador en Honduras y actual asesor para asuntos latinoamericanos de la administración del presidente Barack Obama, Crescencio "Chris" Arcos, publicado en exclusiva aquí ayer por el diario La Prensa.

El rotativo conservador, del que se afirma que generalmente está bien informado sobre lo que se cocina en la embajada estadounidense en Managua, dijo -citando una fuente liberal que no identifica- que Arcos se reunirá con dirigentes de la oposición para "analizar los avances y el futuro de la unidad de las fuerzas democráticas".

No se descarta que en su reunión con los dirigentes liberales (Arcos) presente una propuesta para un proceso de unidad definitivo, con independencia de que el candidato a la Presidencia sea escogido en elecciones primarias, señaló en su nota el periódico de la familia Chamorro.

Según La Prensa, de efectuarse la visita, será la quinta ocasión en que el enviado de Washington se reúna con los líderes de la oposición al gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

La más reciente se efectuó en enero de este año, ocasión en que Arcos vino oficialmente para impartir una conferencia en la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham), entidad que promueve los valores estadounidenses en el campo económico y comercial.

De confirmarse la visita, Arcos emprenderá un nuevo intento de poner de acuerdo a los principales líderes opositores para que dejen a un lado sus respectivas ambiciones personales en aras de conformar una coalición política con alguna posibilidad de éxito en los comicios generales de noviembre del próxímo año.

En ese empeño ya parecen haber fracasado la Internacional Liberal, que envió una comitiva de alto nivel a principios de febrero, y luego los congresistas Christopher Dodd y Robert Corker, quienes hicieron una muy rápida visita a esta capital a finales de ese mismo mes con objetivos nunca muy bien aclarados.

Lo cierto es que las fuerzas políticas opositoras al gobierno sandinista parecen hoy más divididas que nunca y los principales líderes no parecen por ahora tener intenciones de ceder en sus pretensiones individuales.

Por una parte, el ex presidente Arnoldo Alemán reina sin adversarios a la vista en el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y aboga por elegir el candidato único de la oposición en elecciones primarias en las que se sabe seguro ganador, pero no parce gozar del favor de Washington.

Otro candidato es el banquero Eduardo Montealegre, favorito de la Internacional Liberal, pero, al igual que Alemán, acusado de graves delitos económicos cometidos cuando ocupó importantes cargos gubernamentales en la década de los años noventa. Ni siquiera la iglesia, que actúa como facilitadora en busca de la unidad opositora, ha logrado éxito en el intento de acercar a estos dos controvertidos personajes.

En ese escenario, el tiempo corre a favor de los sandinistas, por lo que para Estados Unidos resulta de la máxima importancia propiciar la unidad de la oposición en el menor plazo posible, incluso, con caras nuevas, o al menos con algunas no tan nuevas pero menos desgastadas.

rc/agp


Prensa Latina 6/4/2010
http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=176770&Itemid=1

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