Joaquín Morales Solá escribe en el diario La Nación del Domingo 25 de Julio la nota  El caso Macri aceleró el ritmo electoral . Allí dice:  

Kirchner ha confirmado en los últimos días ante interlocutores privados que el próximo candidato será él. Cristina está mejorando. ¿Por qué no pensamos en ella?, le sugirió un buen amigo que creyó que estaba aportando una idea. Kirchner lo miró feo y le contestó con una frase seca y definitiva: El próximo turno será mío. Ese objetivo es el centro de su vida, noche y día. 

 El mismo díaEduardo Van der Kooy escribe en Clarín, ¿Podrá Macri polarizar contra Kirchner?.  
Allí Van der Kooy dice:

Ahora me toca a mí. Néstor Kirchner cortó con esa frase de sonido fulminante la conjetura de un importante dirigente sobre la supuesta conveniencia de que en el 2011 Cristina vaya por su reelección. En la cabeza del ex presidente no está contemplada ninguna herencia política.
Su obstinación enfrenta tres obstáculos, uno de ellos insignificante. La Presidenta estaría molesta con el anticipado protagonismo electoral de su marido que volvería a relegarla, como en la mayor parte de su mandato, a un segundo plano. Así se explica la insinuación jocosa hecha por Cristina la semana pasada acerca de su continuidad por otros cuatro años. Se trata sólo de escaramuzas y de competencias de alcoba: la Presidenta caminará, al final, la huella que ordene Kirchner.

El 27 de Julio, Fernando Laborda escribe en La Nación ¿Pingüino o pingüina?, donde dice: 

Desde hace aproximadamente 45 días, el ex presidente Kirchner les viene diciendo a algunos de sus hombres de confianza que no descarten la posibilidad de que, al final, su mujer se postule a su reelección el año próximo. Esa confesión se potenció al cabo de la celebración del Bicentenario en las calles de Buenos Aires, tras la cual la mejora en la imagen de la Presidenta fue mayor que la experimentada por su marido.


Joaquín Morales Solá y Eduardo Van der Kooy hablan de un Kirchner que rechaza la posibilidad que sea Cristina la candidata en el 2011.

Morales Solá escribe "Kirchner lo miró feo y le contestó con una frase seca y definitiva: El próximo turno será mío". "Ese objetivo es el centro de su vida, noche y día."
Van der Kooy habla de un "corte" de Kirchner con una "frase de sonido fulminante", "que en la cabeza del ex presidente no está contemplada ninguna herencia política" y de "obstinación".

Contrariamente, Fernando Laborda escribe dos días después que Kirchner viene diciendo desde hacía aproximadamente 45 días que no se descarte la posibilidad de que Cristina sea la candidata.


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